La calcopirita es un mineral que se presenta en la naturaleza como un disulfuro de hierro y de cobre. Es decir, una combinación de hierro (Fe), cobre (Cu) y azufre (S). Se dice que la calcopirita constituye la principal mena de cobre, esto significa que, de la explotación de los yacimientos de este mineral, se obtiene el cobre de uso habitual. También es conocida como “pirita de cobre”.
Principales características de la calcopirita
La fórmula química de este mineral es: CuFeS2 y si descomponemos esto, nos encontramos que los distintos elementos se presentan en la calcopirita con estas proporciones: 34,5% de cobre, 30,5% de hierro y 35% de azufre. Se la considera dentro del grupo de los sulfuros por su importante presencia de azufre.
Se presenta en forma de cristales pseudotetraedros. Presenta un color amarillo latón y su raya es negra verdosa. La dureza de la calcopirita es de 3 a 3,5 en la escala de Mohs, siendo la densidad de 4,3 gramos por centímetro cuadrado. Al exponer la calcopirita al calor, adquiere propiedades magnéticas.
Por su color, muchas veces ha sido confundida con oro. Durante la fiebre del oro, Estados Unidos de América, a este mineral y a la pirita se la denominaba el “oro de los tontos”. Muchos que se atrevieron a sumarse a la explotación de oro, trabajaron incansablemente para, luego descubrir que lo que habían extraído no era oro.
En la naturaleza
Este mineral aparece en las formaciones que se caracterizan por poseer filones de sulfuro en las rocas ígneas. También la encontramos en rocas pegmatitas neumatolíticas, en las rocas hidrotermales de alta temperatura y en depósitos de metamorfismos de contacto. Los yacimientos más importantes del mundo, de cobre, están compuestos por calcopirita.
Entre los principales yacimientos de calcopirita donde se han podido encontrar ejemplares de 30 mm de diámetro, podemos mencionar Banská tiavnica (Eslovaquia) y de Cavnic (Rumania). En la mina Nikolai en Dalgenorgsk (Rusia), estos cristales llegan a medir hasta 120 mm de diámetro asociados con otros sulfuros, y en Japón (Arawaka, Osarizawa) se han encontrado bellos cristales de hasta 120 mm.
En Perú (Huanzala, Huarón) los ejemplares encontrados han llegado a medir varios metros. En Sudbury, Ontario (Canadá), Bingham, Utah y Bisbee, Arizona (E.E.U.U), y en Río Tinto (España), existen agregados masivos importantes para mena de Cu. Suele encontrarse en masas compactas o con irisaciones, los cristales son raros. Puede, también, presentarse asociada a otros minerales como la pirita, esfalerita, tennantita, pirrotina, calcita, barita, dolomita, cuarzo. Minerales similares a la calcopirita son, la pirita, que posee una mayor dureza; pirrotina, que presenta un color más pardo y el oro, más blando y susceptible de ser cortado.
En España es un mineral relativamente común pero poco abundante. Aparece asociado, fundamentalmente, a pirita y magnetita (Baños de Gilico, Cehegín) y a pirita, galena y blenda en Mazarrón, Cartagena y La Unión.
De la calcopirita al cobre
El proceso por el cual se obtiene el cobre, a partir de la calcopirita, no es para nada complejo. El primero paso de este proceso consiste en someter al mineral a un fuerte proceso de oxidación, mediante calor. A partir de allí se obtiene, óxido de cobre (CuO), óxido de hierro (FeO) y dióxido de azufre (2SO2).
En un segundo paso, el óxido de cobre obtenido, es sometido un proceso donde se separa, mediante carbón, el mineral de cobre. Este mineral de cobre, que originalmente se encontraba en nuestro mineral, es sumamente impuro, por ello se lo debe someter a un proceso de electrólisis para obtener mineral de cobre en estado puro. Este proceso de electrólisis se realiza utilizando una solución de sulfato de cobre y ácido sulfúrico. El cátodo del aparto electrolítico es de cobre puro.
Usos de la calcopirita
Al ser la composición de este sulfuro, dos tercios de cobre y hierro, su utilidad está dada por la obtención de estos dos metales, de gran utilidad en la industria, aunque su principal valor económico está basado en la obtención de cobre, que es quien posee mayor valor. Esta explotación puede verse aumentada si los filones cuentan con incrustaciones de oro y plata.
En 1907, un ingeniero electricista, llamado G. W. Picard, inventó y patento un detector de ondas electromagnéticas al que denominó Perockón. Este detector utilizaba calcopirita, galeno y grafito y fue fundamental en su momento para mejorar la radio recepción. Esta fue una aplicación fue, quizás, la única en que este mineral fue utilizado con fines prácticos como tal.