El travertino es una roca formada por depósitos de calcita en manantiales y fuentes termales. En ocasiones contiene otras formas cristalinas de carbonato de calcio, como el aragonito y pequeñas porciones de limonita, mineral óxido de hierro.
Características del travertino
La roca sedimentaria está asociada a materiales vegetales y fósiles de moluscos acuáticos y terrestres. El carbonato se precipita sobre estos materiales conservando intactas sus impresiones. Sus cualidades físico-mecánicas lo diferencian de la caliza, el mármol o el granito, con los que generalmente se confunde. El travertino es también llamado piedra corcho, por su estructura poco densa.
Se caracteriza por su suavidad (3 en la escala de Mohs) y textura fibrosa, y por la presencia de grandes poros o cavidades. Es de colores claros, blanco, beige, amarillo o rosa, aunque hay variedades de travertino marrón e inclusive negro. La roca puede ser cortada en planos paralelos o transversales a la venta.
Formas de extracción
El travertino se extrae en canteras en diversas partes del mundo, mayormente en el continente europeo. Se arman frentes de hasta 150 metros de largo, para obtener bloques de dos a cuatro metros de largo por 12 metros de altura. Se emplean cables de corte diamantado y discos de sierra con dientes de widia, metal duro que permite acabados óptimos. Luego se extraen con el uso de cuñas hidroneumáticas.
Tradicionalmente el travertino se obtiene perforando la roca cada 8 centímetros con taladros de mano y detonaciones producidas con pólvora negra. Este método requiere de un número mayor de obreros u operarios por cantera.
Yacimientos de travertino
La roca travertino es común en aguas termales, nacientes y cascadas. Cuando las aguas subterráneas salen a la superficie, las rocas y sedimentos actúan como filtro convirtiendo el bicarbonato cálcico en carbonato. En el proceso influye el aumento de la temperatura y la disminución de la presión de las aguas. El travertino se forma de la misma manera que las estalactitas y estalagmitas.
En Denizli, Turquía, es frecuente hallar el travertino, también en Eskisehir, Konya y Erzurum, entre otras regiones del país. Su explotación constituye una industria en la que se comercializan las variedades classic, medium, yellow, red, ivory o light, noche y silver. Desde Turquía se exporta la roca a China y Oriente medio, Estados Unidos, y gran parte de Europa. El travertino de corte transversal es popular en Reino Unido.
Piedra Tívoli
En Roma, Italia, el travertino adquiere la denominación Tívoli, del latín lapis tiburtinus, nombre también de una ciudad aledaña. Allí la roca sedimentaria se formó hace diez millones de años aproximadamente, tiene apariencia de colmena y cierta resistencia. Muestra variedad de colores y tonalidades cálidas.
El recurso natural se utiliza desde tiempos del Imperio Romano en forma de bloques y sillares para la construcción de importantes obras. El Coliseo, el Teatro Marcello, la Basílica de San Pedro y la iglesia Santa María Maggiore, obedecen a diferentes épocas y estilos. Las obras levantadas con piedra Tívoli describen la predominancia de la roca y la durabilidad en el tiempo.
Mármol travertino
En la Provincia de San Juan, Argentina, el travertino es llamado mármol por su belleza y calidad. Los yacimientos se ubican en zonas con actividad geotermal, en La Laja, Departamento de Albardón. De esta localidad se extraen rocas que pueden ser cortadas a la veta o paralelamente al plano de sedimentación. Ambas cotizadas en la Comunidad Económica Europea.
En San Juan, el travertino compite con los mármoles y granitos procedentes de regiones aledañas, en especial con los de Córdoba y Buenos Aires. En México, al igual que en Argentina, es común la piedra natural, hay conocidos yacimientos en la Ciudad de Puebla y en Morelos.
El travertino mexicano es considerado además de un recurso para la construcción, un acervo de la paleobotánica del Pleistoceno. En las rocas de los yacimientos de Weber y Apotla se han hallado desde ciperáceas o juncos hasta huellas de hojas de dicotiledóneas.
Usos del travertino
El travertino ha sido utilizado desde siempre en la construcción de pequeñas y grandes obras, especialmente en los alrededores de los yacimientos. Para los romanos era un material frecuente en las edificaciones públicas y/o importantes. Un ejemplo clave de su uso es la ciudad de Hierápolis, vecina de Denizli.
En San Juan y otras provincias argentinas es igualmente empleado en fachadas y jardines, en casas particulares y edificios públicos. Se usa en bloques, planchas o láminas, trabajadas a mano, rudimentarias o pulidas. Se observan monumentos de travertino en plazas, paseos, escalinatas y sitios históricos.
La roca sedimentaria es aprovechada en la actualidad para el revestimiento de pisos y paredes, tanto en exteriores como interiores. Se instala como pieza única o combinada con otros materiales similares (mármol, caliza, laja…). Presenta variedad de formas y colores. Por su bajo grado de dureza puede ser labrado con facilidad.
De acuerdo a la función que cumplirá y para mayor durabilidad, una vez instalado el travertino requiere ser sellado. El mercado ofrece productos químicos especiales para cada superficie.
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