El porcelanato es un tipo de baldosa fabricada a base de arcilla, arena feldespática y otros minerales como el caolín y la filita. Está compuesto de partículas muy finas y homogéneas, mezcladas en función de la apariencia que se desea obtener en la pieza una vez pulida. También se elabora porcelanato esmaltado, cuyo diseño depende precisamente de la aplicación del esmalte.
A diferencia de la cerámica, la masa de porcelanato es sometida a altas presiones y temperaturas (entre 1150 y 1250° C), proceso que le confiere inalterable dureza. Para ser cortado es necesario un equipo específico o disco de diamante. Se caracteriza por la baja o nula absorción de agua, por lo que requiere de argamasas especiales para su instalación.
La losa de porcelanato se presenta en varios tamaños y formas (cuadrada o rectangular) y generalmente pulida. Es empleada para el revestimiento de pisos y paredes. Su uso es tan óptimo en exteriores como en interiores. Más, deben garantizarse ciertas condiciones, como el nivel y limpieza de la superficie en la que será adherida. Los especialistas recomiendan medir el nivel y realizar marcaciones o guías maestras, para evitar imperfecciones.
Fabricación
Para la fabricación del porcelanato y otro tipo de baldosas, primeramente se selecciona la materia prima extraída de la mina o cantera. Arcillas, arenas, feldespatos y carbonatos que-de acuerdo al origen-deben ser sometidos a homogeneización. Todo antes de ir a los molinos de bola para su molturación por vía húmeda, y posterior secado por atomización.
El proceso de atomización permite la obtención de partículas de polvo más o menos esféricas y uniformes. Éstas favorecen el moldeado y prensado de piezas de gran tamaño.
La materia prima debidamente pulverizada es prensada con una fuerza que supera las 10 toneladas. Se hace utilizando prensas hidráulicas que operan por compresión mecánica. Luego es llevada a cocción por un lapso de 30 minutos, a temperaturas muy elevadas. Las piezas de gran densidad y peso se enfrían a temperatura ambiente y finalmente son pulidas o esmaltadas según la categoría del porcelanato.
Cuando se trata de baldosas esmaltadas, el porcelanato requiere de tratamientos adicionales y pasa por más de un proceso de cocción. En este caso requiere de secaderos en los que el calor se transmite por convección desde las paredes hasta la superficie de la losa.
Características del porcelanato
Además de su belleza, hay diversos «rasgos» que caracterizan al porcelanato. Se han de mencionar:
- Resistencia y durabilidad: Por su baja absorción de agua el porcelanato es resistente a la humedad. Por su dureza resulta inalterable ante la abrasión y procesos de tracción. Además, la elaboración de las piezas a elevada presión y temperatura garantiza una durabilidad superior a la de otros tipos de revestimientos.
- Fácil mantenimiento: No requiere de tratamientos o selladores especiales. Es similar a la porcelana. Su acabado liso y brillante hace muy fácil la limpieza, la eliminación de manchas o absorción de líquidos derramados en la superficie.
- Diversidad de colores y texturas: Lograr acabados de lujo es posible gracias a la infinidad de colores y texturas ofertadas en el mercado de porcelanatos. El material puede ser unicolor, imitar texturas de cualquier naturaleza o presentar novedosos diseños, de acuerdo a las exigencias. No en vano es el material más utilizado por los decoradores de interiores.
- Alto costo: Por la complejidad del proceso de elaboración, el porcelanato es un material de alto coste. Sin embargo, es visto como una buena inversión a futuro por la resistencia y el perfecto estado en el que se mantiene durante años. Además es ecológico.
Usos
Como se dijo, el porcelanato es ideal para el revestimiento de pisos y muros, en especial de zonas con alto tráfico. Su única desventaja es el peso, por lo que debe ser instalado en superficies suficientemente fuertes. Su comportamiento es extraordinario en exteriores, más hoy se emplea también en el diseño de interiores.
La diversidad de colores y texturas del porcelanato permiten crear ambientes únicos, simulando incluso el uso de otros materiales. Y logrando personalizar cada espacio con elegancia y pulcritud. La implementación del porcelanato en el hogar se apodera de la decoración y lleva a un segundo plano el empleo de alfombras, mantas u otras texturas.
También en laboratorios y recintos hospitalarios ajustan bien la impermeabilidad, higiene y resistencia del porcelanato. El material evita la proliferación de hongos y otras bacterias. No se debe exponer al fuego, en chimeneas u hornos.
Porcelanato líquido
Más que una pieza de porcelanato, es una técnica empleada para dar brillo y uniformidad a grandes superficies. El porcelanato líquido es elaborado de epoxi o poliuretano. Se aplica fácilmente sobre pisos o paredes ya existentes. Proporciona estética y gran durabilidad.
El líquido se vierte sobre la superficie y se nivela automáticamente en el caso del porcelanato líquido de epoxi. Mientras que con el de poliuretano, el piso requiere un tratamiento previo, o la corrección de irregularidades.
Estas formas de porcelanato presentan además otras diferencias. El epoxi cuenta con diversidad de colores, utilizados en novedosos diseños y seca en cuatro o cinco horas. El porcelanato líquido de poliuretano viene solo en tres colores: blanco, beige o gris; no permite combinaciones o diseños; y tarda una semana o más para secar.
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