La meteorización es el resultado de la disgregación o descomposición de las piedras y minerales que se encuentran por encima o en las cercanías de la superficie de la Tierra. Esto ocurre tras su contacto con la atmósfera, biosfera, hidrosfera o determinados agentes biológicos. Esa alteración los lleva a incrementar su volumen, bajar su consistencia, reducir el tamaño de sus partículas o formar otros minerales.
Estudios han revelado que la meteorización representa un proceso exógeno, que tiene gran relevancia en el análisis de las formas del relieve. También favorece la distinción de los diferentes tipos de suelo, así como el entendimiento de sus compuestos y nutrientes. Ocurre a una temperatura de 100 °C y a una presión máxima de 1 kbar.
Entre los agentes que condicionan la meteorización destacan el clima, la duración de los procesos vinculados, y las característica de la piedra. Esto incluye su color, fisura, proporción y minerales, entre otras.
TIPOS DE METEORIZACIÓN
La mayoría de los textos hablan de la existencia de dos tipos de meterorización: química y física. Sin embargo, hay estudiosos que agregan a una meteorización biológica. Cada una tiene particularidades que se pueden resumir de la siguiente manera:
Meteorización física
Este tipo de meteorización causa el rompimiento de la roca, pero bajo ningún concepto afecta su composición química o mineral. La piedra se va quebrantando, facilitando el proceso de erosión. Los cambios resultantes se perciben en sus condiciones físicas. Es provocada por los elementos medioambientares y entre los factores que repercuten destacan:
- Descompresión: es la fractura o resquebrajamiento que se presenta en las piedras ya desarrolladas, aun cuando la presión no es tan marcada. Las grietas originan piedras de formas horizontales.
- Termoclastia: se da por un «choque» entre la temperatura interna de la roca y el sitio en el que se encuentra. Los cambios drásticos que se suscitan en zonas desérticas, por ejemplo, provocan las fisuras. Durante el día la luz del sol hace que la roca se caliente y se dilate, mientras que el frescor de la noche logra que se enfríe y se contraiga.
- Gelifracción: es el rompimiento de las piedras aflorantes, debido a la coacción que pequeñísimos trozos de hielo despliegan sobre las mismas. Científicos explican que el agua, una vez congelada, incrementa su volumen un 9%. Ese líquido, al estar dentro de las piedras, genera una gran presión en las paredes de las mismas, que hace que se partan.
- Haloclastia: en esta ocasión es la sal la que ejerce la presión, y ocasiona el resquebrajamiento de la roca. Esas altas concentraciones de sal se perciben en ambientes áridos, Al caer las lluvias, éstas limpian el suelo, arrastrando la sal que se precipitará sobre la superficie cuando ocurra la evaporación. Esta sal se adhiere a las grieta y poros de las piedras. Una vez cristalizada, eleva su volumen aumentando la fuerza sobre las piedras, y generando su rompimiento. Este proceso en la mayoría de los casos da lugar a piedras angulosas de un tamaño pequeño.
Meteorización química
En este proceso se genera una pérdida de la unión de la piedra. Las variaciones atmosféricas, el oxígeno, el dióxido de carbono y el vapor de agua inciden en él. La meteorización química comprende varias fases. Estas son:
- Oxidación: se genera por la relación de los minerales con el oxígeno atmosférico.
- Disolución: es muy relevante en minerales solubles.
- Carbonatación: es la combinación del dióxido de carbono y agua.
- Hidratación: en esta etapa el agua se une a varios minerales, por lo que se produce un aumento del volumen. Un ejemplo es lo que sucede con el yeso.
- Hidrólisis: es el rompimiento de ciertos minerales debido al trabajo que realizan los iones H + Y OH del agua.
- Bioquímica: la desintegración de agentes biológicos que existen en el suelo da lugar a la formación de ácidos orgánicos.
Meteorización biológica
El reino animal y vegetal son los responsables de la meteorización biológica o meteorización externa. Sobreviene, por ejemplo, por la acción de ciertas raíces que, junto con los ácidos orgánicos y el agua, modifican la anatomía de las rocas. Esas raíces se «meten» en las grietas y actúan como cuñas, propiciando la fractura de las mismas.
Relevancia de la meteorización
La meteorización es muy significativa, puesto que tiene gran impacto en la formación de los suelos. Gracias a ella se descomponen las piedras que ya se encuentran en la Tierra y surgen materiales para la formación de otras piedras. Hay quienes afirman que sin este proceso, difícilmente podrían existir los continentes y su vegetación.
Tras múltiples estudios, los investigadores han podido demostrar que cuando no ocurre la erosión, la meteorización favorece el surgimiento de yacimientos minerales. Los más relevantes son las populares lateritas, enriquecidas de óxido e hidróxidos de hierro, de donde se extraen rocas ricas en hierro (goethita, lepidocrocita y hematites). La mayoría poseen cuarzos e hidróxidos de aluminio. Por ello son muy valoradas en el mercado. Las canteras más importantes de este tipo se hallan en Brasil.
Asimismo, hay yacimientos de bauxitas con altas concentraciones de hidróxidos de aluminio, y yacimientos de gossan (o monteras de hierros), donde las piedras se forman por la oxidación de sulfuros de hierro.
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